miércoles, 18 de marzo de 2020

Tokyo National Museum

Este artículo lo dedico totalmente a este museo. No solo por su importancia si no porque ayuda mucho a conocer mejor la cultura japonesa.
El museo se encuentra en el parque de Uono. Fuimos a pie desde nuestro apartamento.
La entrada nos costó 620 yens a cada uno. Fue muy interesante conocer la historia a través del arte. Fue un museo diferente a los que estamos acostumbrados. Por decir, hay solo tres cuadros de pintura y son de la era moderna.
Tienen gran valor la vestimenta y la escritura de otras épocas.



Sus dibujos son de tinta en papel o en seda.





Aprendimos mas de su religión y de las diferentes deidades, sus orígenes y sus beneficios como dioses.

El Budismo Esotérico es una de las principales ramas del Budismo en Japón. Unos monjes japoneses importaron estas enseñanzas desde China en el siglo IX.
Estos rituales requieren de varios objetos dispuestos en un altar. Algunos tienen usos prácticos, para depositar el incienso o el agua y otros son simbólicos. Estos últimos tienen formas punzantes basadas en armas indias. El material suele ser de bronce.

Se observa muy bien el objeto esotérico en la mano del budista.
La deidad budista conocida como, "The Eleven Heads of Avalokitesvara" (La deidad Avalokitesvara de once cabezas), busca a aquellos en necesidad de salvación en todas las direcciones.Ha sido una de las deidades mas importantes desde la introducción del Budismo en Japón.


El Zen en Japón

Los guerreros que mandaban en Japón fueron los que en el siglo XIII introdujeron el Zen en Japón. Invitaron a monjes de China para establecer templos Zen en Kamakura, el lugar del poder de los guerreros al suroeste del Tokio actual.
Mas tarde la corte imperial y aristocracia de Kioto también empezó a apoyar el "Zen".
Dentro de ese aprendizaje  también introdujeron nuevas practicas culturales como la pintura y la caligrafía Zen en tinta, así como beber te.




Tienen una gran colección de pinturas en seda y adornos.

Escenas cotidianas

Geisha en su esplendor

Alfileres para afianzar el peinado.
No tuvimos apenas tiempo de mirar la tienda del museo a fondo, ¡con lo que me gusta! De todas formas, como casi todo en Japón, los precios eran muy altos. Toda la imitación a la cerámica antigua era carísima. Compré una camiseta con una pintura japonesa y unas postales apaisadas muy bonitas.

Al salir, mejor dicho, nos sacaron de allí, dimos una vuelta por la parte del parque que no conocíamos y vimos un templo y una pagoda preciosas.

Jardin interior del museo




Fachada principal del museo


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